A tiempo: Un pasito más en Doralandia



Después de las encuestas del Facebook creo que comenzáis a conocerme un poquito.

Ya sabéis que estoy divorciada, que mi exmarido se llama Marcos y que vivo en Madrid. Lo que igual no sabéis es que él es el padre de mi hija Olaya y que él fue el hombre con el que compartí gran parte de mi vida y por el que me mudé de Asturias a Madrid siendo una chiquilla. Él fue quien me hizo volver a creer en el amor pero nada es eterno y no supimos priorizar por lo que fuimos dejando a un lado nuestra pasión y la mecha se fue apagando. A día de hoy, él rehizo su vida y yo... Yo ando con el dilema de que creo en el amor, sin embargo, no creo que lo vuelva a encontrar aunque tal vez solo tenga que reencontrarlo.

Veréis, Ricardo fue mi primer amor. Ese chico con el que perdí la virginidad y durante un tiempo la fe en las cosas bonitas. Me costó horrores seguir adelante, aún así, reconozco que me volví a enamorar un tiempo después... De otra manera.

Ricardo, o Rick como le llama todo el mundo desde que se fue a Inglaterra, es unos años mayor que yo. Fue el primer varón que me puso los ojos chirivitas y el primer desamor que sufrí. Por aquel entonces nuestra diferencia de edad sí supuso un problema... Bueno, eso entre otras cosas.


Ahora lo he vuelto a ver... Y aquellas mariposas adormiladas resurgen con fuerza dejándome mareada entre sentimientos que creí enterrados y deseos que nunca dejé de tener.

Los años me permiten ver la situación desde otra perspectiva pero no soy de piedra y mi cuerpo se enciende con solo un roce de su piel.

¿Es cierto que hay cosas que nunca se olvidan? 

¿Podemos seguir creyendo en el primer amor?

¿Qué decís?


Un abrazo muy muy grande desde Doralandia.

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